se han pasado por aqui...

iberia

sábado, 22 de octubre de 2011

Perdón.

Sí, perdón. Perdón por no estar ahí cuando más me necesitaste. Perdón, por no saber ayudarte con una operación de matemáticas, por no amanecer contigo y decirte al oído que te necesito a mi lado. Perdón, por quererte conmigo las 24 horas diarias. Perdón, por no querer compartirte con nadie, por ser mi pequeño tesoro. Por no saber decir ‘Lo Siento’ cuando me equivocaba, por mi cabezonería y por mi rencor. Perdona; por no ser perfecta. Pero como nunca voy a serlo; perdón por no intentarlo.#
Ya no queda nada, ni principio, ni final, nada. Sólo ausencia mezclada con un toque de indiferencia. El tiempo dicen que lo cura todo, pero creo que el tiempo sólo sostiene el dolor, lo mete en un rincón de tu memoria, y el día menos pensado lo saca a la luz. El tiempo es una mierda, se va consumiendo, hace la distancia, y hace el olvido, te hace sentir viejo, y te hace sentir que no lo aprovechas lo suficiente. Me gustaría congelar un reloj, pararlo en un instante que para mí significara algo, y quedarme estancada ahí, como esos mosquitos que viven millones de años en ámbar y luego vuelven a nacer. Me gustaría volver atrás, no porque considere que me equivoqué sino sólo para volver a revivirlo. Supongo que tengo razones para pedir al tiempo que se paralice y me deje viajar en él, y cambiar ese momento, ese instante, sin embargo no lo haría, ni un sabiendo lo que después se me iba a avecinar. Inexplicablemente, lo sigo sintiendo, sigo estancada en aquel verano travieso, sigo sumergida en mis propios recuerdos, y embriagada de restos de rabia e impotencia. Cierro los ojos y sigo viéndote, sigo pensando que algún día esto cambiará, pero ni siquiera sé si lo deseo, quizá eso solo sea una forma de agravar mi impotencia al tenerte delante.
Tiempo, párate, párate que yo me bajo, cada día es peor, cada día me siento más lejos de todo lo que me hacía sonreír y no estoy preparada para derramar más lágrimas. Detente, por favor, quiero quedarme estancada aquí, quizá no sea el mejor momento ni el mejor lugar, pero tengo la sensación de que mañana será todavía peor.
Y lo sabía. Sabía que la ibas a cagar con ella también porque conmigo no parabas de hacerlo. Parece que te gusta hacérselo pasar mal a quien te quiere y a quien te saca una sonrisa cada día. Y ahora te lamentas, y yo lo sabía, sabía que pasaría esto y que le destrozarías el corazón a otra chica más. Y te la pasarás pidiéndole perdón, como hacías conmigo, y creerás que con eso bastará y volverás a hacer lo mismo una y otra, y otra vez... Y ella me da pena pero tú mucha más, porque no sabes querer y porque te crees que el mundo es todo de color rosa. Y cuando ella ya no aguante más volverás a mí (siempre lo haces) lo sé, pero hay algo que ha cambiado, ¿sabes el qué? Que antes, me dabas todo lo que necesitaba (o eso creía yo) y ahora lo único que me das es pena.
Me río a carcajadas, salto, corro, bailo, canto, disfruto como la que más, me lo paso genial, exploto de alegría. Hago todo lo que haría feliz a cualquier persona, pero aún así me falta algo. No tengo ese brillo en los ojos que tengo cuando alguien me habla de él, no aparece esa sonrisa fácil que aparecía cuando alguien lo nombraba, no lo tengo a él. Puedo ser feliz, puedo divertirme, puedo hacer lo que quiera menos olvidarlo. Lo he intentado, juro haberlo intentado, pero es imposible, por más que me esfuerce, por más que ponga mi empeño, está ahí, más clavado que una puta espina, en lo más hondo de mi corazón.