Soy así. Con sus cosas buenas, y por supuesto, también con sus cosas malas. Gente que cree que por criticarme o insultarme voy a dejar de seguir siendo mejor que todos ellos juntos; con mis defectos y virtudes. Seguiré siendo esa niña caprichosa y quejica que he sido siempre, aquella que se levanta con una mala hostia que lo flipas. Seguiré adorando aquella canción de Fightless bird american mouth que tanto me emocionó. Continuaré atronando mis oídos con todas y cada una de las canciones de 30 seconds to Mars. Seguiré odiando las matemáticas como el primer día, me reiré de cualquier gilipollez moleste a quien moleste mi escandalosa risa, beberé hasta el amanecer, cantaré y bailaré bajo la lluvia como una maldita loca, cumpliré mis sueños le pese a quien le pese, seguiré besándole tanto o más delante de toda esa gente a la que ambos odiamos. Y, debéis saber, queridos hipócritas, que esta sonrisa que tengo no se va a borrar; ni por vosotros, ni por nadie. Que ya lo he dicho, que joda a quien le joda, seguiré siendo la misma persona de siempre. Y aquí, sólo aquí, siento que puedo decir eso de: conmigo, los que me apoyen; a un lado... a un lado los que me odien.