Hasta que un día algo cambia y sin darnos cuenta volvemos a soñar, volvemos a ilusionarnos, a tener esperanza, volvemos a creer que es posible, volvemos a luchar, a esforzarnos… ¿Para qué? Para que antes o después esos sueños vuelvan a esfumarse, vuelvan a irse de nuestro lado… ¿Y entonces qué? ¿Dejamos de soñar? NO
No se puede dejar de soñar, los sueños como el amor, son de las cosas más bonitas que tenemos, pero a la vez de las más dolorosas cuando se esfuman. Pero no podemos dejar de soñar, igual que no podemos dejar de amar, por que entonces nuestras vidas serían mucho más tristes.
Hay personas que después de un desengaño amoroso juran no volverse a enamorar, yo también lo he hecho. Pero no puedes huir del amor. Antes o después aparece alguien y te das cuenta que da igual lo que juraras, cuando aparece y te enamoras estás perdida. Tienes dos opciones: arriesgarte a ser feliz o cerrar la puerta y quedarte infeliz. ¿Te quieres quedar con la duda de haber encontrado a la persona que te puede hacer feliz, con la que pasar el resto de tu vida? Yo no, yo quiero luchar, quiero intentarlo y si fracasa, me quedaré con que lo he intentado, pero si funciona, puedo ser feliz el resto de mi vida. ¿Y tú? ¿Tú qué eliges?
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