Lo que no te mata, te hace más fuerte.

Sabes que tu vida ha sido dificil, que nadie que no esté en la misma situación que tu puede entenderte por completo.
Te has tenido que abrir paso entre gigantes cuando tu eras una simple hormiga, y es que la ley del más fuerte es así "o comes, o te comen" y tú no quieres ser comido, no puedes ser comido. Por eso comes, pisas y gritas, gritas que estás ahí, que puedes con eso y con más, que aunque te mojes, no encoges, y aprendes, aprendes de la gente que te odia, de la que te ama, de la que te hace daño, de la que no da nada por ti y de la que lo da todo. De esa gente que estaba, que está y que estará. Pero tu eres más listo, sabes a quien le tiendes la mano y a quien miras por encima del hombro, sabes en quien confías y a quien traicionas. Sabes que nadie lleva más palos que tú y es que eres fuerte. Esa palabras que sientes tan adentro, que te hace vibrar y crecer, esa palabra en la que te has convertido, esa palabra que es lo que eres. Y te das cuenta cuando echas un vistazo atrás y te sorprendes de seguir ahí, con cicatrices, con heridas y marcas permanentes, pero ahí, sigues peleando, luchando, sigues vivo. Y entiendes que no eres inmortal, pero que has llegado más lejos que lo que llegaste a creer jamás. Que has ganado y perdido, amado y sufrido. Que sabes lo que quieres y por lo que has luchado. Que la gente ve en ti un reflejo de esa palabra, fuerte, sí, eres fuerte, porque no han podido contigo, que tú sigues ahí, plantándole cara al tiempo, pisando con rabia, abriéndote camino, porque todo eso contra lo que has peleado, te ha hecho ser así, y es que lo que no te mata, te hace más fuerte...