Cuando el amor te obliga a cambiar...

Cuando el amor te obliga a cambiar, el amor está acabado. Pienso que el "amor", tal y como lo conozco, debe de ser algo más que un te quiero, algo más que una rosa el día de San Valentín... Debe ser algo mágico. Que salga solo. Que sonrías todo el tiempo con esa persona y sí, que seas tú misma. Sin miedo a no gustarle. ¿Cómo debe ser el amor entonces? Desde luego que no lo se. Se cómo me gustaría que fuera mi amor. No quiero un amor perfecto, porque la perfección es aburrida. Quiero que mires más allá de mis ojos. Quiero saber que me quieres sin que me lo digas. Quiero saber que no vas a estar detrás de mi, ni delante, sino a mi lado. Quiero que no haya un tú, ni un yo, que haya un nosotros. Quiero que me hagas sentir querida, pero... no quiero mil mensajes de amor, ni mil cartas largas. Ni que le digas a mis amigas lo mucho que me quieres. ¿Sabes? Me hubiera gustado que me lo hubieras demostrado. Me hubiera gustado que me dieras un poco, tan sólo la mitad, de lo que yo te he dado a ti. Quizás es que quiero demasiado. Pido mucho. Lo sé, mi madre me lo dice siempre. Soy muy caprichosa, y lo que quiero lo consigo. Así que, entiende que quiero ser yo misma. Entiende que quiero que me valoren un poquitotal y como soy. Porque si cambio para que me quieras, ¿a quién quieres? ¿A mí o a mi otro yo? No quiero cambiar más por nada del mundo.