se han pasado por aqui...

iberia

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dicen que nada es para siempre, déjame ser tu nada.

Cuando lloras, la nariz se te pone roja como un tomatito. Y la mueves todo el rato. Y respiras más lento. Cuando lloras, los ojos se te hinchan y se te ponen más azules de lo normal. Y te cuesta parpadear, porque cuando lo haces, un lagrimón recorre tu cara. Cuando lloras, aprietas los labios y te salen grietas. Y tragas saliva todo el tiempo. Y con tus deditos de medio metro te secas la cara. Se te encienden las mejillas, como cuando haces deporte. Y se te bajan las cejas y se te juntan las pestañas. Te pregunto qué te pasa y niegas con la cabeza. Y entonces te digo alguna estupidez y sonríes con tristeza. Y cuando te veo así, se que te quiero tener siempre a mi lado para verte llorar. Porque aún así estás preciosa. Y aunque te mueres por dentro siempre tienes esa sonrisa triste que necesito para despreocuparme. Te prometo hacer todo lo posible para hacerte feliz.
Así que llora, llora todo lo posible. Por todo. De alegría, de tristeza, de rabia, de miedo. Llora lo que quieras hermana, llora, por favor, que yo siempre tendré pañuelos para tus lágrimas.
Y recuerda que... NADA PODRÁ CON NOSOTRAS.

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