El orgullo nos gana la batalla.

Aveces el corazón, no supo ganar todas las guerras... 
Tal vez los comienzos se anticipan, y empiezan a ir tan deprisa, que no se darle al pausa, y me confundo con el stop. Entonces aveces llega el final, sin que hayamos vivido nada, es como un simple hola y adiós que nos frenó todo el amor, el amor que fue como el aire, con un soplo de viento, se comprimío entre el silencio y la distancia, ante todas aquellas metas que nos quiso poner el tiempo. Tal vez no estemos hechos para conocernos, tal vez el destinó quiso unirnos, pero nosotros no supimos seguirle el camino, tal vez preferimos golpearnos contra el suelo, antes de intentar llegar a el techo. 
Puede ser que nos regalaramos demasiadas cosas, sin ni siquiera haber abierto la primera, puede ser que si tu no vengas, yo no vaya, y parece ser que entonces, el orgullo nos gana la batalla.